En medio de uno de los conversatorios del Foro ‘Bogotá y El Dorado ¿listos para ser el hub de las Américas?’, líderes y expertos analizaron los retos que urge enfrentar para que el Aeropuerto Internacional El Dorado se consolide como la puerta de entrada de las Américas y cuáles son las acciones que diferentes actores deben tomar en el corto, mediano y largo plazo, para no perder la oportunidad de ser el hub de las Américas.
Uno de los expertos invitados a este diálogo, Francisco Ospina, exdirector de la Aeronáutica Civil y expresidente de la ANI, comenzó por reafirmar que para él: “El Dorado sí es el hub de las Américas”, y explicó el impacto que actualmente tiene a nivel de economía y turismo para el país y la región.
“Bogotá es el cielo que une a las Américas. Y esto lo voy a soportar en los siguientes datos: hace cuatro años éramos el tercer aeropuerto de la región en cantidad de pasajeros. El año pasado superamos al aeropuerto Benito Juárez (Ciudad de México) por 500.000 pasajeros. En materia de carga, superamos por un tercio la cantidad de carga que lleva el segundo aeropuerto regional más relevante, que es Guarulhos (São Paulo). Llevamos más de 810.000 toneladas año, mientras que ellos llevan alrededor de 560.000 toneladas año”, sostuvo Ospina.
Y añadió que entre el año 2019 y el año 2024, la conectividad aérea en Colombia creció un 37 % y que la movilización de pasajeros con destinos internacionales creció en más de un 100 % en este periodo, lo que da cuenta de la importancia y el impacto que tiene esta terminal aérea que hoy se propone seguir creciendo.
Por otro lado, Paula Bernal, Country Manager en Colombia de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), señaló que el principal desafío que enfrenta el aeropuerto bogotano es optimizar su capacidad operativa. Todo esto basado en un estudio de capacidad liderado por esta entidad en 2023, en el cual se proponen 23 mejoras para que El Dorado pueda mejorar su operación diaria.
“El Dorado es un aeropuerto catalogado nivel tres en congestión, eso implica que hay una restricción en la infraestructura versus la demanda que tiene, y por esa razón las operaciones de despegue y aterrizaje tienen que manejarse por slots, unos turnos muy específicos para organizar la operación. En una terminal así, la capacidad es clave. Determinar cuántos aviones pueden despegar y aterrizar allí es un número de la mayor relevancia no solo para Bogotá sino para el país”, explicó…